miércoles, 21 de septiembre de 2011

Conservas Caseras

Para hacer conservas caseras es muy importante tomar una serie de precauciones en su elaboración:
Como recipiente, lo ideal es utilizar un tarro de cristal. No hay problema en reutilizar los tarros de aceitunas, tomate, mermelada… Pero no es aconsejable reutilizar las tapas. Lo mejor en todo caso es comprar unas nuevas. Antes de utilizar tanto botes como tapas, es imprescindible esterilizarlos, por ejemplo hirviéndolos durante 15 minutos, y escurrirlos teniendo cuidado de no tocar el interior.
Es aconsejable no llenar del todo los tarros, dejar unos dos centímetros para que el alimento pueda expandirse en su interior tras la cocción.
Los tarros se cierran con cuidado, con la ayuda de un paño para lograr más presión, y se ponen al baño maría, cuidando que el agua no llegue hasta la tapa. El tiempo que dejaremos hervir los tarros dependerá del producto.
Cuando termina la cocción, dejar enfriar los tarros en la olla. Una vez fríos, comprobaremos con la mano que estén cerrados herméticamente. Si alguno pierde líquido o queda abierto, es mejor tirarlo.
Antes de almacenarlos, hay que etiquetarlos siempre con la fecha de elaboración.
Las conservas caseras se deben consumir antes de un año.
Para hacer el vacío llenamos el bote de cristal con el producto que deseamos hacer la conserva, siempre dejando unos centímetros sin llenar. Calentaremos las tapas para que dilaten bien y podamos cerrar los botes haciendo el vacío. Una vez hemos hecho esto cocemos el bote al baño maría, el tiempo dependerá del producto que hayamos utilizado. Dejamos el tarro en la olla lo justo para no quemarnos al sacarlo, lo sacamos de la olla y lo ponemos boca abajo sin moverlo hasta que este frío del todo. Una vez hecho todo esto ya tenemos la conserva hecha, solo nos queda etiquetarlo con el producto y la fecha y guardarlo en la despensa.
Las mermeladas al tener tanto azúcar, se conservan bien haciéndoles lo que se llama un falso vacío. Esto es llenar bien el tarro con la mermelada hirviendo, tal cual terminada de cocer, cierras la rosca y pones el tarro boca abajo sin tocar hasta que se enfríe.
Al enfriarse boca abajo se hace un vacío no esterilizado, que para verduras u otros alimentos no sirve, pero para confituras o mermeladas, va perfectamente sin problemas.
Por supuesto cuando una vez abiertos, los guardamos en la nevera, pero mientras estén cerrados, los puedes conservar en la despensa.

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